“Cuando ensillo mi caballo
me largo por las arenas
y en la mitad del camino
ya me he olvidao de las penas”
Se conoce con éste seudónimo a Héctor Roberto Chavero Aramburu, un reconocido y excelente cantautor de folclore que desde su comienzo debió sobreponerse a las dificultades que el destino tenía preparadas para él. Su nacimiento fue en Pergamino, en el año 1908, pero al poco tiempo el trabajo de su padre como Jefe de Tráfico del ferrocarril requirió su traslado a un pequeño pueblo llamado Agustín Roca, ubicado a 11 Km. de Junín.
Allí vivió con sus padres en una casa modesta próxima a la estación de tren. Su infancia se acuño junto a la vida rural, la responsabilidad y la lucha cotidiana que el campo requiere. Desde chico compartía las tardes al lado a los campesinos y copleros que recitaban y hacían música con sus violas. Incentivado por su padre, a quien también le gustaban los atardeceres de coplas, comenzó a tomar clases de guitarra en Junín con la ayuda de su maestro Bautista Almirón.
La situación económica en la que se encontraban tanto la familia Almirón como la suya era bastante limitada por lo cual habían acordado hacer una suerte de intercambio con la hija de su maestro para que ella pase unos días en A. Roca mientras él se quedaba en Junín estudiando; de ésta forma mantenían el equilibrio de los gastos. Asimismo, el pequeño Atahualpa se sentía inmensamente rico en comparación a la familia de su profesor por lo menos en cuanto a horizontes, ya que desde su casa se podía apreciar el ocaso del sol en la lejanía mientras que en Junín las casas vecinas no permitían dicha infinidad visual.
Para 1923 las cosas cambiaron drásticamente: su padre se suicido por razones económicas habiéndose gastado el dinero del ferrocarril en las apuestas. Con tan sólo 16 años de edad empezó a forjar su propio destino junto a la música, haciendo de la guitarra su única compañera. Permaneció en el pueblo por unos años más hasta que decidió tomar unas mudas de ropa, la viola, unos pocos pesos que tenía y emprender un viaje al norte sin fecha de regreso establecida.
Salir de su pueblo que lo acunó durante varios años lo ayudó en su posterior camino de éxito y reconocimiento. No es preciso hacer mención de sus canciones, ni sus libros, ni sus viajes, ni sus amistades de adulto ya que esa es una parte de la historia que todos conocemos…
Allí vivió con sus padres en una casa modesta próxima a la estación de tren. Su infancia se acuño junto a la vida rural, la responsabilidad y la lucha cotidiana que el campo requiere. Desde chico compartía las tardes al lado a los campesinos y copleros que recitaban y hacían música con sus violas. Incentivado por su padre, a quien también le gustaban los atardeceres de coplas, comenzó a tomar clases de guitarra en Junín con la ayuda de su maestro Bautista Almirón.
La situación económica en la que se encontraban tanto la familia Almirón como la suya era bastante limitada por lo cual habían acordado hacer una suerte de intercambio con la hija de su maestro para que ella pase unos días en A. Roca mientras él se quedaba en Junín estudiando; de ésta forma mantenían el equilibrio de los gastos. Asimismo, el pequeño Atahualpa se sentía inmensamente rico en comparación a la familia de su profesor por lo menos en cuanto a horizontes, ya que desde su casa se podía apreciar el ocaso del sol en la lejanía mientras que en Junín las casas vecinas no permitían dicha infinidad visual.
Para 1923 las cosas cambiaron drásticamente: su padre se suicido por razones económicas habiéndose gastado el dinero del ferrocarril en las apuestas. Con tan sólo 16 años de edad empezó a forjar su propio destino junto a la música, haciendo de la guitarra su única compañera. Permaneció en el pueblo por unos años más hasta que decidió tomar unas mudas de ropa, la viola, unos pocos pesos que tenía y emprender un viaje al norte sin fecha de regreso establecida.
Salir de su pueblo que lo acunó durante varios años lo ayudó en su posterior camino de éxito y reconocimiento. No es preciso hacer mención de sus canciones, ni sus libros, ni sus viajes, ni sus amistades de adulto ya que esa es una parte de la historia que todos conocemos…